martes, 6 de septiembre de 2011

Aniversario sangriento

 Nunca supimos bien  en qué día exacto de finales de Julio del año pasado nos conocimos en Quito, en el Red Umbrella Bar. De hecho, cada uno hemos reconstruido los acontecimientos de una manera muy subjetiva y nos empeñamos en convencernos  el uno al otro de que fuimos conquistados y no conquistadores. 

Sin embargo, hace aproximadamente un mes, decidimos que celebraríamos nuestro aniversario.

 De manera aleatoria elegimos un miércoles. Un miércoles que resultó ser el llamado día del amigo aquí en Argentina.20 de Julio.

 Nos vestimos de la manera más elegante que sabemos y nos fuimos al Malba( Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires).  Los precios de Palermo considerablemente caros para nuestra economía precaria nos hizo cambiar de planes. En vez de comida romántica-cara iríamos a nuestro San Telmo y de nuevo sería espectadora ante el virtuosismo de Zach en la cocina.

Hambrientos, tomamos el colectivo que nos dejaba en Paseo Colón con Carlos Calvo.

 Había mucho atasco alrededor de nuestra parada.

Muchos coches de policía. 

Un chico en el suelo, 

un hilo de sangre.

Se preguntaban por testigos, dos chicos estaban siendo interrogados…Yo llevaba la cámara y estaba nerviosa, no sabía si debía retratar ese momento. Nos estábamos yendo pero me volví. 

-“Qué ha pasado?” pregunté entre los que parecían comentar la situación
-“Un policía venía persiguiendo a unos chicos y no se sabe bien si fue accidental o qué pero su arma disparó en la cabeza a este chico”
Empezaban a hacer un cordón policial y de manera impulsiva quise hacer la foto.
-“Oye..está permitido hacer fotos?”pregunté a uno de los que estaban ahí presentes.
-“Creo que no, pero yo te cubro.”

Y click
 
Nos quedamos un rato más, escuchando las diferentes versiones. Taparon el cadáver, primero con una bolsa y después rodeándolo con un biombo. Nadie más pudo tomar fotos de este momento. La prensa llegó más tarde. Le dije a un periodista que si quería las fotos pero me dijo que no, que lo hacía con su cámara de fotos del móvil…

Al día siguiente la noticia salía al menos en un hueco de las portadas de la mayor parte de los periódicos nacionales.  Las fotos habían aprovechado el momento dramático de la llegada de la madre.

El chico era Ariel Dominguez, de 22 años. Salía de trabajar para tomar el colectivo .

Según Pagina 12 unos jóvenes festejaban el Dia del Amigo e iban corriendo por el paseo Colón tras cometer un intento de robo. El policía, tras ellos, parece ser que se le cayó el arma y que ésta disparo automáticamente. Mucha casualidad y mucha puntería para alcanzar la nuca de este trabajador que se había apurado para tomar el colectivo.

Aún hoy se siguen haciendo investigaciones sobre el hecho. Ensayos balísticos y reconstrucción de los hechos. He rebuscado por internet la noticia pero nada definitivo he encontrado.

Es en estas situaciones cuando te das cuenta de lo rápido que va hoy en día todo y de cómo sería imposible ser fotoperiodista con una cámara analógica. Además, en muchos casos, no se busca calidad en la foto de prensa.

Tras varios días, me entregaron en la tienda estas fotos.  Se las enseñé a Sebastián que es periodista y me decía que eran tremendas pero llegaba tarde.

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Esto lo escribí  hace ya varias semanas, y aún no me había animado a publicarlo.

Hasta que punto debería mostrar estas fotos?

Sirven para algo?O son simplemente producto de un sensacionalismo ya habitual hoy en día en la prensa?

Cuando estaba ahí, haciendo la foto, estaba muy nerviosa.  Pero quise hacerla. No sé si por el hecho de ser la única con cámara ahí, por poder tener pruebas contra un asesinato quizás no accidental…

Supongo que es normal plantearse esto y derivarlo a otras cuestiones cómo los límites que sobrepasa  hoy en día la fotografía en todo sus ámbitos.  ¿Qué fín tiene todo esto?






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